El Restaurante Lluerna es el único del área metropolitana de Barcelona que cuenta con una estrella Michelín, concedida por la prestigiosa guía en 2013 y mantenida hasta día de hoy. Los propietarios del Lluerna son el matrimonio formado por el chef Víctor Quintillà y la jefa de sala y sumiller Mar Gómez. El local es sobrio, con paredes lisas, y mesas con manteles blancos. Simple y sencillo, aunque para nuestro gusto demasiado frío. Esperas que un restaurante con una estrella Michelín tenga un servicio diligente y amable; pero nos sorprendió la austeridad de sus camareros y el tiempo que tardaron en comenzar a atendernos. No es algo habitual en los restaurantes con un precio ligeramente elevado, como éste, que dejen a sus clientes desatendidos en la mesa durante tanto tiempo. Te ofrecen la opción de pedir los platos que incluye la carta o de seleccionar un menú degustación valorado en 62€ (sin bebida) o el menú Lluerna, que tiene un precio de 80€. Seleccionamos el primer menú, acom

Cuarenta días después de su apertura, se ha presentado en Barcelona el restaurante Zero Patatero, una propuesta gastronómica liderada por el chef Luca Marongiu y el jefe de sala Gonzalo Rivière del restaurante Els Garrofers de Alella, basada en la cocina de proximidad y el producto de temporada. El restaurante -la nueva propuesta del Grupo San Telmo y Derby Hotels Collection- está situado al lado del Mercat del Born, en una de las áreas gastronómicas más interesantes de la ciudad. Con una decoración donde la madera es el elemento predominante, Zero Patatero es un local no demasiado amplio pero sí muy luminoso. Uno de los rasgos más característicos del espacio es su gráfica atrevida, que firma la diseñadora Clara Arnús. En la presentación el chef Luca Marongiu nos explicó que su cocina está basada "en productos con alma, de cultivo ecológico y de cercania, porque nos gusta conocer la historia que hay detrás de cada proveedor, y a cada uno de ellos antes de comprar los product

Miguel Garcia abrió La Vinateria del Call en 1982 con la intención de crear en el barri Gòtic una taberna gourment donde encontrar buen vino y buen embutido. Hoy, más de treinta años después, Miguel sigue recibiendo a sus clientes con una sonrisa en la cara y con la misma ilusión; y puede sentirse orgulloso de ser el dueño de la vinateria más antigua de Barcelona. Su carta incluye diversas tapas tradicionales para compartir, presentadas en raciones grandes, y una cuidada muestra de embutidos y quesos artesanales, con una selección de 160 vinos de todo el país con una muy buena relación calidad-precio. Desde hace años tenemos La Vinateria del Call como local de referencia en la zona para compartir una buena cena entre amigos. El local es amplio, informal y muy cómodo para grupos... pero también puede ser ideal para ir en pareja. En nuestra visita más reciente, para una céna rápida, nos decantamos por un plato de buen jamón -ibérico de Guijuelo- y media ración de surtido de quesos. Tod