Ha llegado a Barcelona Fismuler, un restaurante que aterriza en la Ciudad Condal avalado por dos años de éxito en Madrid y lo hace liderado por los chefs Nino Redruello, Patxi Zumárraga y Jaime Santianes, quienes habían trabajado juntos años atrás en El Bulli.
Fismuler está situado en los bajos del Hotel Rec, a pocos metros del Arc de Triomf, en una zona repleta de interesante oferta gastronómica con un aire muy juvenil.
La primera impresión al entrar en Fismuler es sentirse trasladado a uno de los restaurantes londinenses de la cadena Drake and Morgan. Es un local muy luminoso y cálido, con las mesas muy separadas, de mármol y madera, sin manteles pero preparadas con delicadeza, y con música de fondo. El espacio perfecto tanto para comidas o cenas más íntimas como para reuniones de grupo.
El personal, amabilísimo, te hace sentir como en casa. Te facilitan la carta en un folio, los cubiertos en un cubo de aluminio, pan con mantequilla y un aperitivo de la casa. Con estos simples detalles, ya nos conquistan.
Atentos al dato: la carta la cambian constantemente ajustándose al producto de mercado. Te ofrecen, además, la opción de pedir medias raciones para, de esta manera, poder degustar más platos. La seducción no cesa. Está claro que Fismuler no puede ser una cita de una única noche. Hay que repetir.
Entre las opciones de 14 primeros y 8 segundos nos decantamos, para cenar, por probar medias raciones de la tortilla de ortiguillas, los chipirones frescos con setas de cardo y las alitas de pollo con yema de huevo, moniato y trufa. Tres primeros.
Me quedé con las ganas de probar el erizo de mar (el camarero se olvidó de traérmelo y yo, absorta con el resto de platos, me olvidé a la vez de reclamarlo). Otros de los platos pendientes para una próxima visita son la dorada semi-curada, el arroz meloso, los garbanzos salteados con ternera y cigalitas, la escalopa vienesa con huevo y trufa y el steak tartar... Por nombrar algunos del resto de propuestas ya que, sinceramente, todas las opciones prometen.
Los chipirones estaban sumamente espectaculares, la tortilla era extra sabrosa y, las alitas, impresionantes. Difícil describir las diversas sensaciones que provocaba cada plato.
Acompañamos la cena con una botella de Care, un chardonnay 2017 de la DO Cariñena, un vino afrutado, con final excelente y muy sabroso, perfecto para maridar con los platos seleccionados.
No podíamos finalizar sin pedir un postre. Parece ser que el más popular es la tarta de queso, pero nos decantamos por algo más suave, la mandarina en texturas, con un toque de merengue. La guinda perfecta para acabar una excelente cena.
En cuanto al café, no sirven expreso, sino café elaborado artesanalmente delante del cliente, no en máquina sino en infusión por filtrado. Otra muestra del cuidado y el nivel de distinción que Fismuler quiere ofrecer.
En resumen: Un nuevo “must” de Barcelona para llevar a vuestra pareja y/o amigos y sorprenderles desde el primer hasta el último momento.
Precio: 30€ por persona
Fecha de visita: abril 2018
LAS PREGUNTAS BÁSICAS
¿Recomendable? Más que “recomendable”, podríamos decir que “obligatorio” para cualquier amante de la gastronomía.
¿Un lugar para volver? Cada vez que surja la ocasión.
¿Lo mejor? Que la carta se renueva constantemente.
¿Lo peor? Por poner un “pero”, echamos de menos el café expreso. Entendemos que apuesten por la elaboración artesanal, pero no estaría de más que ofrecieran las dos opciones.
FICHA TÉCNICA
Nombre: FISMULER
Dirección: C/ del Rec Comtal, nº 17 - 08003 Barcelona
Teléfono: 93 514 00 50
Web: http://www.fismuler.es
Precio: €€
Valoración global: 8/10
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