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Enigma - Barcelona, Eixample

Finalmente llegó el día. Un sábado de febrero de 2018 fuimos a visitar el restaurante Enigma. La expectativa era alta. Enigma ha sido considerado el mejor nuevo restaurante del 2017 en Barcelona por varios medios de comunicación y web especializadas.

Bienvenidos a la experiencia Enigma. No es un restaurante al uso. No vayáis a Enigma para tener una larga conversación entre amigos, id al Enigma a vivir una experiencia gastronómica inolvidable de más de tres horas de duración. Un viaje por el universo creativo de Albert Adrià en el que degustaréis algunos de los bocados más impresionantes de vuestra vida: innumerables nuevos sabores e indescriptibles sensaciones.

En Enigma todo es poco convencional. Haces la reserva online con más de un mes de antelación y te envían por email un código que tendrás que utilizar para abrir la puerta de entrada de acero inoxidable. Atraviesas un pequeño pasillo curvo y el personal del restaurante ya te está esperando para darte la bienvenida, recogerte abrigos y demás, y prepararte para lo que vas a vivir.

La decoración del Enigma tiene cierto aire futurista, marcada por el acero y el cristal. el gris y el blanco son los colores dominantes, con un techo repleto de leds escondidos bajo una especie de nube.

En Enigma hay seis espacios diferenciados, por los que el personal del restaurante van guiando a los comensales. En el primero, en la recepción, te sirven una especie de te para abrir las papilas gustativas y así poder recibir mejor los sabores que llegarán.



A continuación, te conducen a una sala con mesas bajitas, donde te sirven un pequeño aperitivo y te presentan la carta de vinos, con posibilidad de seleccionar un maridaje que ellos tienen preparado o, simplemente, escoger una botella entre su delicada selección. Optamos por esta segunda opción y seleccionamos un vino blanco de Malvasía de Sitges muy especial.

Posteriormente te dirigen a la barra japonesa, recientemente inaugurada, ya que, tal y como nos explicó el chef Oliver Peña, hasta hacía pocos días tenían una barra de cocktails. Tengo la sensación que el cambio mejora la propuesta global. Aquí pudimos degustar caviar, gulas del Delta de l'Ebre, anguila con trufa negra, ostras que crían exclusivamente para ellos, y un exquisito sashimi de salmonete. Todo ello lo prepara Oliver delante de los comensales, mientras explica los ingredientes y el procedimiento de elaboración. Maravilloso.

El siguiente espacio es La Plancha, donde otro chef prepara exquisiteces diversas, entre ellas un sashimi de calamar soasado de sabor indescriptible, espardenyes rellenas o guisantes con tuétano.
Como podéis imaginar, en Enigma se encargan de servirte el vino pero, al contrario que ocurre en otros restaurantes, aquí vigilan constantemente que no tengas la copa vacía, lo cual puede llegar a ser peligroso, ya que vas bebiendo sin casi enterarte, y la botella se acaba más rápido de lo que sería conveniente. Recomendamos ir combinando el vino con el agua para que esto no suceda.

Cuando parece que ya todo está a punto de acabar, es cuando te conducen a la sala más convencional, donde te sientan en una mesa junto a tu (o tus) acompañantes. Y continúa la fiesta. En esta ocasión la camarera nos propone un "juego": intentar adivinar los ingredientes de los platos y, posteriormente, ella los desvela. Así, comenzamos a elucubrar: alcachofa! Este lleva trufa! Foie! Almendras... Entre todos conseguimos varios aciertos y seguimos disfrutando de las maravillosas propuestas. Algunas nos gustan más que otras, pero, en general, todas nos resultan sorprendentes.

Es el turno del postre. Nos sirven tres propuestas diferentes que satisfacen nuestra apetencia por el dulce y, para finalizar, acabamos la jornada en el 41º, la coctelería, donde concluyen con unos delicados "petit fours" y con un cocktail de despedida que pone punto y final a una de las mejores experiencias gastronómicas que ofrece actualmente nuestro país.

Ah! No penséis que no hemos hecho fotos. Hicimos más de 60! Pero la política del local insiste en que no se muestren en blogs ni redes sociales para mantener la sorpresa, así que... tendréis que ir para descubrir cómo son los platos!

En resumen: Ir a Enigma es mucho más que ir a un restaurante, es realizar un viaje por el mundo de Albert Adriá.

Fecha de visita: febrero 2018

LAS PREGUNTAS BÁSICAS
¿Recomendable? Totalmente recomendable. Es una experiencia inolvidable.

¿Un lugar para volver? Siempre y cuando la economía lo permita.

¿Lo mejor? Todo.

¿Lo peor? Después de visitar Enigma, ya nada será igual.

FICHA TÉCNICA
Nombre: Enigma
Dirección: c/ Sepúlveda, 38-40, 08015 Barcelona
Página web: www.enigmaconcept.es
Precio: €€€€€€
Valoración global: 10/10

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